lunes, 21 de marzo de 2022

24 DE MARZO, DÍA DE LA MEMORIA POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA

 

24 de marzo
https://www.argentina.gob.ar/educacion/efemerides/24-marzo-memoria

El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar, autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional», que usurpó el gobierno del Estado nacional argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
El objetivo es construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente. Se propone como un día para que los niños y los jóvenes, junto con los directivos, docentes y todos los integrantes de la comunidad educativa y local comprendan los alcances de las graves consecuencias económicas, sociales y políticas de la última dictadura militar y se comprometan activamente en la defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por la Constitución Nacional, y del régimen político democrático.
La fecha fue establecida en el año 2002 por Ley de la Nación N° 25.633, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976.
"La Memoria", por León Gieco

Los viejos amores que no están
La ilusión de los que perdieron
Todas las promesas que se van
Y los que en cualquier guerra se calleron
Todo está guardado en la memoria sueños de la vida y de la historia
El engaño y la complicidad
De los genocidas que están sueltos
El indulto y el punto final
A las bestias de aquel infierno
Todo está guardado en la memoria sueño de la vida y de la historia
La memoria despierta para herir a los cuervos dormidos que no la dejan vivir
Libre como el viento
Los desaparecidos que se buscan
Con el color de sus nacimientos
El hambre y la abundancia que se juntan
El maltrato con su cruel recuerdo
Todo está guardado en la memoria
Espina de la vida y de la historia
Dos mil comerían por un año
Con lo que cuesta un minuto militar
Cuantos






Raúl Alberto Antonio Gieco nació el 20 de noviembre de 1951 en una chacra del norte de Santa Fe. Su familia se muda a Cañada Rosquín, un pueblo cercano, y allí comienza a trabajar a los 8 años. La primera guitarra la compró León con su propio sueldo, en 1959. Comenzó entonces a presentarse en los actos del colegio y en un grupo de folklore, Los Nocheros. Paralelamente, también se integra a Los Moscos, una banda de rock, con la que poco a poco logran cierta popularidad en los pueblos cercanos. Hacían covers de Los Beatles, de los Rolling Stones y del Spencer Davis Group. Finalmente, en 1965, ganan un concurso para presentarse en Canal 5 de Rosario. Llegar a presentarse con un grupo en esa ciudad era más de lo que había esperado.
En el verano de 1969 viajó por primera vez a Buenos Aires, con su guitarra al hombro y casi sin dinero. Poco a poco comienza a relacionarse con el mundo rockero

"Como la cigarra", por Leon Gieco

"Como la cigarra" 

Tantas veces me mataron, tantas veces me morí
Sin embargo estoy aquí resucitando
Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal y seguí cantando
Cantando al sol como la cigarra
Después de un año bajo la tierra
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra
Tantas veces me borraron, tantas desaparecí
A mi propio entierro fui solo y llorando
Hice un nudo en el pañuelo pero me olvidé después
Que no era la única vez y seguí

María Elena Walsh

María Elena Walsh nació el 1 de febrero de 1930 en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires.
Hija de Enrique Walsh, de ascendencia inglesa e irlandesa, y de Lucía Monsalvo, de ascendencia criolla y andaluza. Formaban una familia de cuatro varones, mayores, hijos del primer matrimonio de su padre, y una hermana, cinco años mayor que María Elena.
Como todo niño de clase media en esa década, Walsh se formó entre dos ámbitos opuestos: por un lado, los rigores de una escuela cada vez más autoritaria, y, por otro, una gran libertad en su hogar, con vacaciones muy felices, sumada a la maravilla de los primeros medios de comunicación masivos, que incorporaban lo mejor de la cultura popular. Infinitas audiciones de tango o jazz, programas cómicos como los de la gran Niní Marshall (a quien María Elena llamaría muchos años más tarde “nuestra Cervanta”) se escuchaban devotamente al pie de una radio en forma de catedral. Eran también los años del comienzo del cine sonoro y de los “musicales”, la gran novedad: Fred Astaire/Ginger Rogers, Bing Crosby, Nelson Eddy y Shirley Temple, actores, bailarines y cantantes que fueron los primeros ídolos de María Elena. “Y se me iban los ojos tras de la farándula”, recordaría Walsh, citando a Luis Cernuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario