El lavado de manos es por lejos, la manera más efectiva de evitar la propagación de muchas enfermedades.
Es tan relevante como hábito que es imprescindible enseñar a los niños la importancia de adoptar buenos hábitos de higiene de las manos, porque se sabe que los hábitos adquiridos en edades tempranas, son los que van a perdurar a lo largo de la vida.
Si bien son conocidos por todos los pediatras, esta es una excelente oportunidad para recordar cinco datos clave:
1 ¡Lavarse las manos solamente con agua no es suficiente!
Lavarse las manos solamente con agua, una práctica común alrededor del mundo, es significativamente menos efectivo que lavarse las manos con jabón. Usar jabón facilita la frotación, lo que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen la mayoría de los gérmenes. Por esto, lavarse las manos solamente con agua es significativamente menos efectivo que lavarse las manos con jabón.
Si se usan adecuadamente, todos los jabones son igualmente efectivos para remover los gérmenes que causan enfermedades.
Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos 20 segundos. Luego, se deben enjuagar bien con agua corriente y secarlas, ya sea con una tela limpia o agitando las manos.
2. El lavado de manos con jabón puede evitar enfermedades que matan a millones de niñas y niños por año.
El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas de prevenir enfermedades diarreicas y la neumonía, que juntas son responsables de la mayoría de muertes infantiles. Cada año, millones de niños y niñas mueren antes de los 5 años debido a la diarrea y a la neumonía.
El lavado de manos también puede prevenir infecciones cutáneas, infecciones a los ojos, parásitos intestinales, SRAS, gripe aviar e influenza H1/N1, y trae beneficios a la salud de las personas que viven con VIH/sida.
3. Los momentos críticos para el lavado de manos con jabón son después de usar el baño o de limpiar a un niño y antes de manipular alimentos.
Las manos se deben lavar con jabón después de usar el baño, después de limpiar las heces de un niño (o después de cualquier otro contacto con excretas humanas, incluidas las de los bebes y niños), y antes de manipular alimentos. Las manos son las principales portadoras de gérmenes que causan enfermedades. Es importante asegurar que las personas tengan facilidades para lavarse las manos en esos momentos críticos.
4. El lavado de manos con jabón es la intervención de salud más efectiva.
La promoción del lavado de manos es más eficaz y costo-efectiva, en comparación con el financiamiento que requieren otras intervenciones de salud. Una inversión menor en la promoción del lavado de manos trae beneficios semejantes a la salud que una inversión de en construcción de letrinas, o una inversión de miles de dólares en inmunización.
5. Los niños pueden y deben ser agentes de cambio.
Cuando se trata de compartir buenas prácticas de higiene, los niños–el segmento de la sociedad que suele ser más energético, entusiasta y abierto a nuevas ideas– pueden actuar como agentes de cambio y transmitir las “lecciones de lavado de manos” que aprenden en la escuela a sus hogares y comunidades.
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