miércoles, 5 de mayo de 2021

DE ESCRITORES Y ESCRITOS


 






Una ciudad que encuentra en la palabra, la eternidad de su historia

La lectura  es la libertad conquistada.

                       

 Leer es imprescindible, respirar tal vez.

      Ángela Gentile


Conocer nuestra ciudad más allá de sus lugares y edificios, nos permite adentrarnos en su esencia, en su cultura y en lo que nos hace berissenses.
Para ello creemos necesario conocer y difundir toda expresión cultural, en esta entrada les compartimos algunas poesías que hablan de nuestra querida Berisso.



De escritores y escritos

Mucho más que la tradición oral, la historia de los pueblos se transmite a través de sus escritos y sus escritores, personajes que han sabido plasmar la esencia e inquietud de multitud de seres anónimos, ricos en sustancia y espíritu. Berisso, notable amalgama de experiencia inmigrante y pujanza criolla, supo acuñar desde sus tempranos albores como comunidad organizada, una riquísima trayectoria de hombres de letras que cultivaron los diversos géneros de la literatura universal: relatos, poesía, teatro, ensayo, filosofía, historia, comedias y tragedias, aforismos, anecdotario, los infinitos caminos del saber en el altar votivo de la palabra escrita.

Todos ellos tuvieron su momento de inspiración, la cualidad necesaria para concretar el fruto de una ardiente pasión, la visión de un determinado tramo cronológico o la profundidad de una perspectiva inquisitiva. Poetas, narradores y documentalistas pusieron su ingenio para recrear el panorama global de una comunidad pujante, reflejándola en páginas que trascendieron los años. Nuevas y continuas generaciones prosiguen la tarea, quizás con otra mirada de los hechos; tal vez con otro horizonte emotivo y social. Pero seguramente, con la misma idoneidad y respeto por el medio que los supo inspirar y del cual deriva la fuente imperecedera de todo autor: su auténtico compromiso con la humanidad y todo lo que es y siente.

Recordemos ahora, en variedad de estilos y géneros, algunos de ellos y un ejemplo de su obra: Demetrio Glicas (Antecedentes para la histora de Berisso); José M. Pastor y José Bonilla (Plan regulador del desarrollo de la ciudad y partido de Berisso); Cipriano Reyes (Yo hice el 17 de octubre); José Peter (Crónicas proletarias); Raúl Filgueira (Música y musicantes de Berisso); Manuel Lopez Ares (Paradigma del sauce); Felipe Protzucov (Isidro); Mariano García Izquierdo (Dulce Babushka); Loreto Nuccetelli (Luces y penumbras); Lía E. M. Sanucci (Berisso, un reflejo de la evolución argentina); Raúl Zeleniuk (Post límite); Miguel Yacenko (Por las calles de oro); Carlos Adam (Obras de José Ortega y Gasset publicadas en la Argentina); Ricardo De Santis (El libro de mi pueblo); Pascual Felli (Aconteceres del alma); Raúl Silveti (Castillos de lata); Zunilda Ethel Costa (Pueblo de infancia); Gladys Ruscitti (Berisso, mi lugar en el mundo); Juan Angel Lupac (Entropiyando versos); Imar Lamonega, Walter Elenco Vasiloff y Noel Roque (Poemas-Berisso 58); Eduardo Enrique Jobet (Satán y yo); Paulina Juszko (Poemas del yo Dios); Isabel Haydée Botana (Borrones); Carlos Alberto Fiora (Con el amor a cuestas); Cristina Angela Knoll (Tiempos y bosquejos); Esteban Peicovich (Hola Perón); Horacio Alberto Urbañski (El mundo de Alicia); Elena Zilio de Del Píccolo (Viaje en caminos de mis pensamientos); Angel Polo (Cartas a una novia); Beatriz Nuccetelli (Primer vuelo); Paula Mustapic (Intento decirte); Mónica Claus, Eduardo Negrete y Víctor Hugo Valledor (La cortina invertida); Stella Loholaberry y Antonio Ortiz (Los sabores de Berisso); Jacinto Jon y Raúl Filgueira (Liga Berissense de fútbol); Susana Dragowski (Las recetas de nuestros abuelos inmigrantes); Carlos Gomez y Gloria Dasilva (Pascual Ruberto, el cura gaucho); Hugo Cerda (Sueños y realidades de una comunidad); Jorge Drkos y Francisco Fuster (La deuda pendiente, autonomía municipal); Nancy Fernandez y Nélida Zárate (Del abismo a la victoria); Silvia Noemí Leonardi (Los poemas que quise escribir); Mirta Tanevich (El umbral); Mauro Alfredo Lowkis (El itinerario); Alberto Gustavo Acosta (Filosofía y psicología del gato); Marcela Di Croce (Sobresaltos de soberbia); Enrique Carlos Oneschuc (Mis charlas con Shirley); Griselda Eustratenko, Mónica Claus, Angela Gentile y Víctor Hugo Valledor (Será clausurado el sábado el taller literario de Berisso); Carlos Abalo (Propósitos); Rolando Grilli (Peón, cuatro rey); Héctor Gabriel Ghidini (El junco); Carlos Cazorla (Vamos a remar); Patricio Carreras (Historia del Centro Residentes Santiagueños); Jorge Pastor Asuaje (El día que hicimos entre todos); Néstor Juzwa (Entramado de amor); Luis Alfredo Guruciaga (Berisso Fotomemoria), Ana P. Semenas, Stella M. Borba y J.F.K. (Lituanos en Berisso), etc.

Hay, por otro lado, una larga lista de escritores en obras colectivas: Mara Aguirre, Gloria Astudillo, Susi Backis, Lucas Barale, Héctor Coria, Julio Coronel, Norberto Rubén Gallina, Anibal Jorge Guaraglia, Eduardo Knoll, Ethel R. Lamonega, Irene Macris, Marta Noemí Melero, Raúl Alí Mihdi, Silvia Noemí Milat, Alicia B. Mustafá, Claudio Gilberto Teruggi, Nahuel Abalo, Ricardo Parisi, Andrea Hasan Gutzo, Mirta Cesaroni, María Victoria Espinel, Verónica Dalieri, Alicia Godoy, etc.

Muchos otros han colaborado en diversas publicaciones periódicas de Berisso: Walter Barboza, Gabriela Barcaglione, Alfonso “Chango” Cárdenas, Stella Maris Cusatti, Claudio Galagusky, Jorge Giardiosio, Juan A. Laurini, Luz Marina Mateo, Julio Stagnaro, Jorge Stratakis,Karina Datko, Emma Freire, Julia Hrynkiewicz, Oscar Lutczak, Juan Enrique Meschini, Gricel Palma, Juanita Virginia Santín, Cristian Andriani, Alicia Beatriz Alemán, Mary Zelmy, Luis Paz etc.

Tal vez sean centenares los nombres y apellidos de quienes han dedicado su precioso tiempo a escribir. A diseñar con su pluma un mundo mejor. Muchos nacieron y crecieron en nuestra ciudad. Otros, simplemente, llegaron, se enamoraron de sus calles y su gente, transformándose en vates de su realidad y sacrificio. De sus desvelos y esperanzas. Fueron y son, hitos en la memoria colectiva,referentes del habla cotidiana y antorchas que dirimen los rumbos a seguir entre los avatares de todo pueblo que pretenda crecer y ser recordado, como el nuestro.


Distintos escritores de Berisso que plasman a través de sus obras distintos sentimientos de la ciudad en todos los aspectos de la vida.

             fhcevirtual.umsa.bo
             libros.unlp.edu.ar
             semanarioelmundo.com.ar




LA CANCION DE BERISSO
 Matilde Alba Swann [Biografía]

Ya te canto Berisso, caserío de latas,
portentoso latido de petrolera y fábricas.
Le canto a tu canal de sangre verdinegra
corriendo por tu cuerpo su endurecida arteria,
y canto a tu horizonte frustrado en chimeneas.

Yo le canto a tus hombres cauce de fibra y carne
para un proceloso océano de riquezas.
Y canto a tus mujeres afluentes sensitivas
con su aporte de sangre, desvelo y fatiga,
corriendo en jornadas por senderos de piedra.
Les canto por recias, valientes y tiernas
cumpliendo su excelso destino de hembra
florecidas en hijos, marchitas de espera.
Le canto a tus muchachos dejando la tarea
veneno en sus pulmones y plomo en las arterias,
en un alucinado girar de poleas .
Y canto a tus muchachas amapolas enhiestas
deshojando sus pétalos en la sección "conservas".
Le canto a tus niños al borde del camino
lanzando en barrilete sus mensajes al sol.
Le canto a sus harapos, y a su lecho de piso,
a su soledad de padres en horas de labor.
Yo le canto a tus niñas saliendo de la escuela:
alemanas, rusitas, italianas, armenias,
distintas lenguas todas e idéntico candor;
y canto a las pequeñas hijas de mi tierra
"made in argentina" levadura extrajera,
raíces que se prenden a un destino mejor.

Le canto al influjo de tus academias
alimentando el sueño de tu adolescencia
por salir del hollín;
y canto a tus escuelas nocturnas para adultos
donde padres y abuelos aprenden a escribir.
Le canto a tu optimismo, cuando a la calle estrecha
de casa de madera y techumbre de cinc,
aquella que conduce derecho al matadero
salpicada de barro, le llamas PORVENIR...

Le canto a tu puerto de aguas hondas y quietas
con calor de regazo para vidas que llegan
en parición fecunda de una clase tercera.
Le canto a tus noches y le canto a tu almohada
con olor a petróleo y a res sacrificada.
La canto a tus bares de congojas que saltan
al aire en estridencias, guitarras, balalaikas ,
violines, bandoneón...
Marineros borrachos que cambian por monedas
honesto contrabando cigarrillos y alcohol.
La canto a tu cantina frente al embarcadero
Con lumbre de luciérnaga, paz de sauce llorón;
pescadores que vuelcan de sus redes repletas
hondas reminiscencias de una isla de amor.

Yo se que hay en mi tierra ciudades portentosas
de altivos rascacielos y riente población,
pero yo no podría transponer tus fronteras
sin pasar mi caricia sobre tu miseria,
sin hundirme en tu barro, sin morder tu pobreza,
sin sentir la tragedia de tu resignación,
a no ser otra cosa que lo que eres, colmena
desangrándote en mieles para gulas ajenas








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